Inspirándose en las lecciones del Holocausto, Israel prepara una amplia atención psicológica para los rehenes liberados

Israel celebró el domingo la liberación de los tres primeros rehenes israelíes, tras más de 15 meses de cautiverio en manos de Hamás. El país se ha estado preparando para acoger a los rehenes con amplios planes, no sólo de atención médica sino también de apoyo psicológico, aprovechando las lecciones aprendidas de los supervivientes del Holocausto.

La Dra. Einat Yehene, psicóloga especializada en rehabilitación, dirige el equipo de rehabilitación psicológica de la sede de las familias de los rehenes.

«Estos rehenes proceden de una realidad de violencia extrema, miedo constante y condiciones terribles: exposición a escenas violentas, privación nutricional, privación del sueño y amenazas», evaluó Yehene . Prevé que el camino de recuperación de los rehenes será complejo y largo debido a sus traumáticas y prolongadas experiencias durante el cautiverio en Gaza.

«Estas circunstancias dejan huellas significativas tanto en la mente como en el cerebro. Las experiencias, combinadas con la pérdida de control e identidad, provocan síntomas graves como parálisis psicomotora, desorientación en el tiempo y el espacio, y efectos fisiológicos graves. Es probable que los rehenes se enfrenten a problemas neurológicos y cognitivos, como trastornos de la memoria e incapacidad para conectar sus experiencias en cautividad con su nueva realidad».

El proceso de rehabilitación será largo y complejo, y se prolongará mucho más allá de los días iniciales tras la liberación. Requerirá un tratamiento integral y sistémico, que incluya rehabilitación motriz y cognitiva, así como apoyo emocional prolongado», declaró Yehene.

Aunque se espera que el proceso de recuperación sea largo, Yehene subraya que el primer periodo es crítico.

«Los primeros días son críticos», explica. «Hay que centrarse en crear un entorno seguro y neutral que evite la exposición a desencadenantes que puedan volver a traumatizarles. Es fundamental orientarles con delicadeza y sensibilidad, sin abrumarles con preguntas o exigencias», añade Yehene.

La psicóloga también advierte de una esperada experiencia mental de montaña rusa que va acompañada tanto de euforia como de miedo y ansiedad.

«Durante los momentos iniciales de la liberación, hay una euforia inmensa, pero va acompañada de miedo y ansiedad», explica. «Las familias no saben cómo hacer frente a las complejas necesidades de sus seres queridos: pesadillas, momentos de enajenación o comportamientos inesperados».

Un informe médico de enero de 2024 titulado «100 días en los túneles: Un nuevo informe médico del Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos», advertía de que todos los rehenes restantes se enfrentan a condiciones que ponen en peligro su vida después de tres meses de cautiverio en Gaza.

Aunque actualmente no está claro cuántos de los 98 rehenes restantes siguen con vida, han soportado más de 15 meses de condiciones potencialmente mortales.

El gobierno israelí estimó en noviembre que aproximadamente la mitad de los rehenes restantes están vivos. 

Aunque la atención nacional se centra en los rehenes, Yehene también abordó la importancia de tratar el trauma de sus respectivas familias.

«Además, las propias familias han soportado un trauma prolongado durante el periodo de cautiverio y necesitan apoyo psicológico tanto como los rehenes. Hay que orientarles sobre cómo apoyar a sus seres queridos sin añadirles presión y ayudarles a superar los retos emocionales y físicos que les esperan», explicó.

De cara al futuro, la psicóloga jefe insistió en la necesidad de devolver a los rehenes la sensación de control situándolos en un entorno seguro y sin estrés.

«Nuestro papel es devolver a los rehenes la sensación de control. Incluso las acciones cotidianas, como ofrecerles comida, deben hacerse con respeto y teniendo en cuenta su elección. La comunicación debe ser sencilla y sin estrés, centrándose en sus necesidades más básicas: seguridad, alimentación y una cálida conexión humana. Es un proceso de equilibrio emocional, casi como un 'renacimiento' tras una experiencia traumática», concluye Yehene.