VEA EL VÍDEO: El ataque israelí del sábado no fue lo suficientemente grande: la «victoria total» requiere decapitar al malvado régimen iraní y destruir sus instalaciones nucleares y petrolíferas.
Bibi no puede dejar que Biden y Harris le aten las manos o le dicten la estrategia de seguridad nacional de Israel
JERUSALÉN, ISRAEL - Seamos claros.
Es cierto que el ataque de Israel contra instalaciones militares iraníes el sábado por la mañana fue histórico y sin precedentes.
Nunca en la historia del régimen iraní -desde la guerra entre Irán e Irak en la década de 1980- una potencia extranjera, y mucho menos Israel, había golpeado tan duramente a Irán.
Con más de 100 cazas, aviones de reabastecimiento y aviones espía, las FDI atacaron una veintena de emplazamientos iraníes.
Los primeros informes sugieren que Israel destruyó todo el sistema de defensa aérea de Irán, incluidas las estaciones clave de radar de alerta temprana y las baterías de misiles antiaéreos S-300 construidas e instaladas en Rusia que protegen Teherán y los principales emplazamientos nucleares de Irán.
Como expliqué en un vídeo de ALL ISRAEL NEWS que publicamos en YouTube el sábado, no se trata de pequeños acontecimientos: son significativos e importantes.
Pero no son suficientes.
No después de que tantos israelíes hayan sido asesinados por el régimen iraní y sus agentes terroristas.
No después de que tantos israelíes, estadounidenses y de otras nacionalidades hayan sido tomados como rehenes en Gaza durante más de un año.
No después de todo el daño que Irán y sus aliados terroristas han causado a ciudades, pueblos, granjas y a nuestra economía.
No después de que los israelíes se hayan visto obligados a ir a la guerra durante 387 días, sin final a la vista, todo por culpa de las perversas maquinaciones del régimen iraní y sus apoderados terroristas.
Y mucho menos después de que Irán y sus aliados terroristas intentaran asesinar al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en su casa de Cesarea el 19 de octubre.
LA 'VICTORIA TOTAL' SIGNIFICA CORTAR LA CABEZA DE LA SERPIENTE
Escribí esto antes en ALL ISRAEL NEWS pero vale la pena repetirlo.
Es hora de que Israel decapite al régimen iraní.
Es hora de cortar la cabeza de la serpiente.
Eso significa asesinar al llamado «Líder Supremo Alí Jamenei», el malvado maestro del terror del régimen iraní.
Es hora de que Israel destruya por completo las instalaciones nucleares de Irán y aniquile la capacidad del régimen para construir y desplegar cabezas nucleares y misiles balísticos capaces de alcanzar Israel, nuestros aliados árabes suníes, Europa o Estados Unidos.
Es hora de destruir las instalaciones de refino de petróleo de Irán y otras infraestructuras productoras de petróleo para negar al régimen la capacidad de ganar decenas de miles de millones de dólares en los mercados del petróleo que pueden utilizar para financiar sus malvados planes.
De hecho, es hora de derrocar al régimen iraní de una vez por todas.
Es hora de dañar tanto al régimen que el pueblo iraní se levante y derroque a los ayatolás y a los mulas y a todos los malvados de Teherán y libere a la nación para crear una sociedad moderada, pacífica y democrática que esté dispuesta a vivir en paz con Israel y el mundo árabe.
Soy consciente de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, están sometidos a fuertes presiones del presidente Joe Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris para que no tomen medidas tan enérgicas y decisivas contra el régimen iraní.
Así que, una vez más, es sin duda un logro importante y digno de mención -especialmente en estos días previos a las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos- contar con el apoyo tácito (aunque poco entusiasta) de Biden y Harris al ataque que Israel llevó a cabo brillante y eficazmente el sábado.
Pero no debemos hacernos ilusiones.
No era la magnitud ni la escala del ataque que Netanyahu y Gallant querían lanzar.
Más bien era todo lo que pensaban que podían obtener «luz verde» de la Casa Blanca, que es débil y patética y permite que se desaten terribles males sobre el mundo.
Pero no fue suficiente.
LA «VICTORIA TOTAL» DE ISRAEL PUEDE SIGNIFICAR hacer su propia voluntad, INCLUSO CONTRA LA OPOSICIÓN DE LA CASA BLANCA
La buena noticia es que Netanyahu ha hecho más que ningún otro dirigente israelí que yo recuerde para hacer frente a la presión estadounidense de rendirse en Gaza y Líbano y no tomarse en serio a Irán.
Y merece todo el reconocimiento por ello.
Más de lo que sus críticos jamás le reconocerán.
Pero quiero ser claro: Netanyahu se enfrenta ahora a su mayor prueba en la hora más oscura de Israel.
Sabe que la puerta está abierta de par en par para acabar con la amenaza iraní de una vez por todas.
Debe actuar con valentía y decisión.
Si Netanyahu no adopta pronto medidas más contundentes -incluso en contra de los deseos de la administración Biden-Harris- Irán se apresurará a construir su arsenal nuclear.
Entonces, 10 millones de israelíes se enfrentarán a la amenaza existencial de un Segundo Holocausto.
Rezo para que Netanyahu y Gallant y sus principales asesores tengan la sabiduría, el coraje y la resistencia para llevar esta guerra hasta su conclusión obvia y definitiva.
Y espero que aquellos de ustedes que están rezando por la paz de Jerusalén según el Salmo 122 se unan a mí.
La Biblia nos dice en Eclesiastés 3 que «hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra».
Yo no quiero la guerra.
Nadie la quiere.
Pero la guerra ha llegado.
E Israel debe ganarla.
No tenemos la mano de obra o la profundidad económica para dejar que esta guerra se prolongue durante años.
A diferencia de Estados Unidos, Israel no es un país continental con 330 millones de habitantes y un Producto Bruto Interno de 29 billones de dólares.
Somos un país pequeño con una economía pequeña y un ejército que depende enteramente de reservistas, hombres y mujeres obligados a dejar a sus familias y sus trabajos y negocios para luchar por salvar a nuestro país.
Sí, Dios es nuestro Pastor.
Sí, Dios es el Protector definitivo de Israel.
Y por ello le estoy muy agradecido.
Sí, Dios podría destruir sobrenaturalmente el régimen iraní, y las profecías bíblicas dicen que algún día lo hará.
Hasta entonces, debemos tomar decisiones sabias y en oración que lleven esta guerra a un final decisivo rápidamente, buscando Su guía y gracia en cada paso del camino.
Tal y como yo lo veo, la mejor manera de lograr la verdadera paz para Israel y sus vecinos, de hecho, la mejor manera de lograr la «victoria total» - el objetivo declarado de Netanyahu - es destruir totalmente el régimen iraní y su capacidad para construir y lanzar armas nucleares.
Ahora.
Antes de que sea demasiado tarde.
Nada menos que eso bastará.
Aunque Israel tenga que hacerlo solo.
Que Dios se apiade de todos nosotros.
Joel C. Rosenberg es el jefe de redacción de All Arab News. Es un autor reconocido por el New York Times best selling, analista de Oriente Medio y evangélico que vive en Jerusalén.
