Los mediadores aseguraron que las futuras liberaciones de Israel se llevarán a cabo de manera diferente

Los líderes israelíes estaban indignados y ordenaron detener y retrasar la liberación ya en curso de los prisioneros palestinos el jueves en respuesta al caos que rodeó la liberación de los rehenes israelíes ese mismo día.

Tras un retraso de varias horas, los mediadores e Israel acordaron reanudar la liberación a las 5 de la tarde, después que Israel recibiera garantías de que las próximas liberaciones no se llevarían a cabo en medio de turbas hostiles.

El presidente Isaac Herzog dijo que «las escenas de abuso y terror hacia los rehenes mientras eran trasladados a la Cruz Roja eran horribles».

El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Israel Katz ordenaron en respuesta «que la liberación de los terroristas programada para hoy se retrasara hasta que se garantizara la salida segura de nuestros rehenes en las próximas fases».

Israel también se puso en contacto con los mediadores cataríes y egipcios para quejarse de la forma en que se liberó a los rehenes y exigirles garantías.

Poco después, «los mediadores se comprometieron a garantizar una salida segura para nuestros rehenes que serán liberados en las próximas rondas», declaró la Oficina del Primer Ministro.

«Israel insiste en que se aprenderán lecciones y en que en las próximas rondas se tendrá especial cuidado en garantizar el regreso seguro de nuestros rehenes».

Los rehenes israelíes y tailandeses fueron liberados desde dos puntos hoy jueves. La primera liberación fue organizada por Hamás en Jabaliya, al norte de Gaza.

Hamás volvió a organizar una ceremonia de liberación, aunque menos participativa que la del fin de semana pasado, y desfiló a la soldado de las FDI Agam Berger en un escenario en medio de una multitud de espectadores antes de entregarla a la Cruz Roja.

La segunda liberación fue organizada por la Yihad Islámica Palestina (YIP), que retuvo a los antiguos rehenes Gadi Moses y Arbel Yehud, junto con Hamás.

Al parecer, la ceremonia celebrada en Khan Younis, frente a la casa en ruinas del líder de Hamás asesinado Yahya Sinwar, se planeó para que fuera menos elaborada que las demás, sin un escenario central y con menos cámaras presentes.

Sin embargo, al parecer, los grupos terroristas no se prepararon para la multitud masiva y hostil de espectadores y rápidamente perdieron el control sobre ellos. Cuando sacaron a Moses y a Yehud de una furgoneta para llevarlos hacia los vehículos de la Cruz Roja, cientos de personas se abalanzaron hacia delante, empujando y gritando a los israelíes visiblemente asustados.

Una docena de terroristas armados y enmascarados tardaron casi media hora en abrirse paso entre la multitud y entregar a los dos israelíes y, más tarde, a los cinco tailandeses a la Cruz Roja.

Los medios de comunicación israelíes informaron de que los prisioneros palestinos ya estaban en los autobuses que debían llevarlos a sus puntos de liberación en Judea y Samaria, Egipto y Gaza, respectivamente, cuando se detuvo el traslado. Los prisioneros fueron retenidos en los autobuses y no devueltos a sus celdas.

Kan News citó a una fuente de Hamás que dijo que el grupo terrorista se había puesto en contacto con los mediadores para protestar por el retraso.

En Beitunia, una ciudad de Samaria cerca de Ramala donde iban a ser liberados algunos terroristas, se produjeron enfrentamientos entre los alborotadores y las tropas de las FDI tras las noticias del retraso.

Varios alborotadores lanzaron piedras a los soldados, que respondieron con equipo antidisturbios. Otro alborotador intentó prender fuego a un cubo de basura, posiblemente con la intención de arrojarlo hacia los soldados, y fue herido por disparos de las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, anunció rápidamente su apoyo al retraso. «Apoyo al primer ministro y le pido que impida la liberación de terroristas de las prisiones israelíes al menos hasta que se reciban garantías de que no se repetirán las duras y humillantes imágenes de Gaza y el maltrato a nuestros rehenes justo antes de su regreso».

El ministro de Deportes, Miki Zohar, dijo: «Esas dos horas recordaron a todos los que las vieron lo crueles que son estos terroristas y cómo los apoyan los residentes de Gaza. Y con miras al futuro, no debemos olvidarlo».