A medida que la batalla por la opinión pública se intensifica, Israel procesa un registro de 2.050 periodistas internacionales.

La Oficina de Prensa del Gobierno de Israel (GPO) ha procesado un registro de 2.050 periodistas internacionales desde el comienzo de la campaña militar israelí Espadas de Hierro en respuesta a la masacre realizada por Hamas de más de 1.400 israelíes y extranjeros el 7 de octubre.

El número de periodistas que cubren activamente la guerra en curso es aproximadamente el doble de la cantidad de funcionarios de los medios de comunicación que cubrieron el conflicto durante la Operación Margen Protector entre Hamás e Israel en el año 2014.

El director de la GPO, Nitzan Chen, declaró que su organización ofrece a los periodistas una visión transparente de las atrocidades cometidas por Hamás contra civiles israelíes.

"Desde el momento en que llegan ​​hasta que se van, el GPO pone a disposición de los periodistas todos los horrores, los testimonios, las imágenes y las voces, todo ello con el fin de demostrar la justicia absoluta de Israel en esta guerra en las plataformas de medios del mundo", afirmó Chen.

La mayor cantidad de periodistas internacionales provienen de potencias occidentales, como Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania. Sin embargo, periodistas de países como Turquía, Canadá, India, Rusia, China, Argentina, Italia y los países escandinavos también cubren el conflicto entre Hamás e Israel.

A pesar de su propia guerra en curso con Rusia, Ucrania ha enviado dos periodistas para cubrir la guerra entre Hamás e Israel.

La decisión del gobierno israelí de procesar el registro de un número sin precedentes de periodistas parece estar relacionada con un "fenómeno similar a la negación del Holocausto" en relación con las brutales masacres de civiles israelíes por parte de Hamás el 7 de octubre.

El portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, subrayó la importancia de refutar los intentos de Hamás de manipular la opinión mundial encubriendo sus crímenes de guerra contra civiles israelíes.

"Mientras trabajamos para derrotar a la organización terrorista, estamos siendo testigos de la evolución en tiempo real de un fenómeno similar a la negación del Holocausto, ya que la gente pone en duda la magnitud de las atrocidades que Hamás cometió contra nuestro pueblo y que, de hecho las grabó para glorificar esta violencia", declaró Levy.

Inicialmente, los terroristas de Hamás transmitieron con orgullo en vivo sus brutales masacres de civiles israelíes, incluidos mujeres, niños, bebés y ancianos sobrevivientes del Holocausto. Sin embargo, tras una reacción violenta en las relaciones públicas internacionales, Hamás ha tratado de encubrir sus crímenes de guerra sin precedentes.

El 9 de octubre, el doctor Basem Naim, jefe de Relaciones Políticas e Internacionales de Hamás, mintió descaradamente durante una entrevista en Sky News, negando que los terroristas de Hamás asesinaran a civiles israelíes.

"No hemos matado a ningún civil", dijo Nam al periodista de Sky News, Mark Austin. El periodista británico parecía genuinamente estupefacto de que el funcionario de Hamás descartara la abrumadora evidencia calificándola como “propaganda israelí”.

Sin embargo, durante la entrevista, el alto funcionario de Hamás admitió que Hamás no define a los “colonos” israelíes como civiles.

En una entrevista con Al Jazeera, Osama Hamdan, alto portavoz de Hamás reiteró la misma afirmación. 

"Hay que diferenciar entre colonos y civiles", dijo Hamdan.

"No atacamos a civiles a propósito. Hemos declarado que los colonos forman parte de la ocupación y de las fuerzas armadas israelíes. No son civiles", añadió.

En un principio, Israel se abstuvo de hacer públicas las imágenes más gráficas del ataque letal sin precedentes de Hamás contra las comunidades del sur de Israel.

Sin embargo, temiendo los efectos de los esfuerzos propagandísticos de Hamás por negar los actos atroces cometidos por el grupo terrorista, el gobierno israelí reunió a unos 200 periodistas y les mostró un vídeo de 43 minutos de duración con imágenes sin cortes de cámaras recuperadas de terroristas de Hamás que desde entonces han sido capturados o eliminados.