67 heridos, 4 de ellos en estado crítico, por un ataque con dron de Hezbolá a más de 60 km de profundidad en territorio israelí

Sesenta y siete israelíes resultaron heridos, entre ellos cuatro que se encuentran en estado crítico, tras la explosión de un avión no tripulado de Hezbolá cerca de la localidad de Binyamina, a unos 65 km (40 millas) de la frontera, el domingo por la noche.

Según los servicios de emergencia Magen David Adom, 67 personas estaban heridas, cuatro de ellas en estado crítico. Al menos otras 11 personas estaban en estado entre grave y moderado, mientras que el resto sufrió heridas leves.

Los heridos fueron evacuados a varios hospitales del centro de Israel en helicópteros y ambulancias.

No se activó ninguna sirena antes del ataque, y la cadena pública israelí Kan News informó de que el avión no tripulado formaba parte de una oleada de aviones no tripulados lanzados desde Líbano.

Aunque varios drones fueron interceptados cerca de Acre, al menos uno eludió el sistema de defensa israelí y se dirigió a Binyamina. Los medios de comunicación israelíes informaron de que el avión no tripulado ondeó a muy baja altura, lo que dificultó su detección e interceptación.

Varios medios de comunicación citaron informes no confirmados de testigos que sugerían que el avión no tripulado podría haber disparado un misil antes de explotar al impactar, lo que provocó el número inusualmente elevado de víctimas.

Más tarde, Hezbolá reivindicó el lanzamiento de un enjambre de aviones no tripulados, aparentemente dirigido contra una base militar cerca de Binyamina.

El incidente, uno de los más graves con víctimas mortales causadas por drones de Hezbolá durante la guerra, vino en medio de una oleada de ataques similares el domingo por la noche.

Poco después del incidente, las FDI anunciaron el derribo de otro avión no tripulado frente a la costa septentrional.

Menos de una hora antes, se habían activado alarmas de infiltración de drones en ciudades de la costa septentrional mediterránea de Israel, desde Nahariya, cerca de la frontera libanesa, hasta Acre, en la bahía de Haifa.

Mientras tanto, Kan News informó de que la dirección política ordenó a las FDI detener los ataques contra objetivos en Beirut, mientras Estados Unidos presiona para lograr un alto al fuego en el sur de Líbano. El último ataque aéreo en Beirut se produjo el jueves por la tarde.

Al parecer, la cuestión de los ataques israelíes en Beirut, que Hezbolá había declarado «línea roja» que justificaba severas represalias, se trató durante la reciente llamada telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

En las últimas semanas, la Fuerza Aérea israelí ha estado llevando a cabo ataques diarios contra depósitos de armas, lugares de producción y cuarteles generales de Hezbolá en la capital libanesa, así como contra altos mandos.