Telaraña, tablero de ajedrez e Irán: ¿Cuál es el próximo movimiento de Teherán?
Las respuestas inmediatas de Irán han sido mesuradas, reflejando una cautelosa calculación de sus opciones
No es así como Irán había planeado que se desarrollaran las cosas. Se suponía que los últimos meses iban a ser el estrangulamiento y un jaque mate brillante, que revelaría los primeros pasos de la tan esperada derrota de Israel, pero en lugar de ello, los recientes acontecimientos -en particular el ataque selectivo contra la cúpula de Hezbolá en Líbano, incluida la eliminación del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah - han provocado una importante reevaluación de la posición estratégica de Irán en la región.
La Operación Nuevo Orden, que golpea el corazón de uno de los principales apoderados de Irán, ha introducido un nuevo nivel de imprevisibilidad en el ya complejo panorama geopolítico de Oriente Medio.
Las respuestas inmediatas de Irán han sido mesuradas, reflejando una cuidadosa calibración de sus opciones. Las declaraciones públicas de las autoridades iraníes han sido muy moderadas, y el líder supremo iraní, Alí Jamenei, ha destacado la solidaridad con Hezbolá, pero no ha exigido represalias inmediatas. Un enfoque muy diferente al que hemos visto en Irán en los últimos meses. Esta cautela sugiere que se están llevando a cabo deliberaciones internas sobre el curso de acción más apropiado.
El traslado del ayatolá Jamenei a un lugar más seguro subraya la preocupación del régimen iraní por su vulnerabilidad ante los ataques israelíes. Este temor a una nueva escalada ha creado una situación en la que Irán debe sopesar cuidadosamente sus opciones, equilibrando la necesidad de mantener su credibilidad disuasoria con el riesgo de provocar nuevas acciones israelíes.
El dilema estratégico de Irán
1. Reevaluación de la teoría de la «tela de araña»: La tradicional visión iraní de Israel como una sociedad frágil, vulnerable a una presión sostenida, está siendo cuestionada. La reciente operación pone de manifiesto la resistencia y la capacidad ofensiva de Israel, obligando a Irán a reevaluar su estrategia de desgaste a largo plazo contra Israel.
2. 2. La estrategia de guerra por delegación, a examen: La eficacia de la estrategia iraní de guerra por delegación, piedra angular de su estrategia asimétrica, está ahora en entredicho. El ataque contra la cúpula de Hezbolá demuestra la vulnerabilidad incluso de los grupos interpuestos bien establecidos, lo que podría comprometer la capacidad de Irán para proyectar su poder y mantener una negación plausible en los conflictos regionales.
3. Cálculos sobre el programa nuclear: Las ambiciones nucleares de Irán siguen siendo un factor central de su pensamiento estratégico. La situación actual puede acelerar el programa nuclear iraní como elemento disuasorio, pero también aumenta el riesgo de una acción preventiva contra las instalaciones nucleares. Este delicado equilibrio se complica aún más por las negociaciones en curso con las potencias occidentales sobre la cuestión nuclear.
4. Consideraciones internas e ideológicas: La respuesta de Irán también debe tener en cuenta la dinámica interna. La legitimidad del régimen se basa en parte en su imagen de baluarte contra Israel y la influencia occidental. Una respuesta débil podría socavar esta imagen y alimentar la disidencia interna.
5. Aspiraciones de liderazgo regional: Está en juego el liderazgo de Irán en el mundo chií y en la comunidad musulmana en general. El asesinato de una figura tan significativa como Nasrallah pone en duda la capacidad de Irán para proteger a sus aliados y mantener su estatus como centro del «Eje de la Resistencia».
6. Erosión de la disuasión: La estrategia iraní de disuasión a través de la guerra por poderes y la amenaza de represalias se ha visto significativamente socavada. El asesinato demuestra que Israel está dispuesto a aceptar los riesgos asociados a golpear a aliados iraníes clave.
7. Dinámica interna de poder: Como se ha informado, existen opiniones divergentes dentro de la estructura de poder de Irán sobre cómo responder. Los partidarios de la línea dura piden represalias rápidas, mientras que los moderados, entre ellos el presidente Pezeshkian, advierten del peligro de caer en lo que perciben como una «trampa» israelí que podría desembocar en una guerra regional.
8. Restricciones económicas: La difícil economía iraní, lastrada por las sanciones y la ineficacia interna, limita sus opciones de respuesta. Una gran confrontación militar podría ser económicamente desastrosa, pero el coste de la inacción en términos de pérdida de prestigio e influencia también es significativo.
9. Asimetría tecnológica y militar: Aunque Irán ha avanzado en tecnología de misiles y capacidades cibernéticas, todavía se enfrenta a una brecha tecnológica significativa con Israel, especialmente en áreas como la defensa aérea y las capacidades de ataque de precisión. Esta asimetría influye en el cálculo de Irán a la hora de considerar una confrontación directa.
Recalibración estratégica de Irán y posibles próximos movimientos
A la luz de estos retos, es probable que Irán adopte un enfoque polifacético que se inspire en precedentes históricos y se adapte al panorama geopolítico actual.
El nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, podría encabezar una ofensiva diplomática que recuerde al enfoque adoptado por el país tras la elección del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan en 1980, con una diplomacia a puerta cerrada con las potencias occidentales y una actitud más conciliadora para aliviar las tensiones. Al mismo tiempo, es probable que Irán mantenga un perfil externo bajo, centrándose en la estabilidad interna mediante el fortalecimiento de la seguridad nacional, la resolución de los desafíos económicos y la consolidación del poder dentro del régimen. Sin embargo, esta aparente moderación puede ir acompañada de una intensificación de las operaciones encubiertas a través de redes de representación y de un aumento de las actividades de guerra cibernética contra objetivos israelíes y occidentales.
A pesar de los posibles acercamientos diplomáticos, Irán podría acelerar su programa nuclear entre bastidores, al considerarlo un elemento disuasorio crucial en un entorno cada vez más hostil. Este doble enfoque de negociación pública y avance privado podría servir como palanca en posibles conversaciones futuras. Al mismo tiempo, Irán podría tratar de fortalecer sus relaciones con otras potencias regionales, estrechando sus lazos con Rusia y China en busca de apoyo diplomático y, potencialmente, militar, y colaborando más estrechamente con Turquía y Qatar para crear un contrapeso a Israel y sus aliados.
La opción «majnun»
Irán, por su parte, podría optar por emplear la estrategia del «majnun», término que tiene su origen en la raíz árabe de la palabra «jinn» (جن), que hace referencia a seres sobrenaturales ocultos o invisibles. En el uso moderno, «majnun» describe a un individuo cuya mente se percibe como consumida por la locura o poseída por fuerzas externas, lo que implica una pérdida de control racional y una naturaleza impredecible. Al adoptar este enfoque, Irán trataría de proyectar una imagen de imprevisibilidad y peligro, convirtiéndose en una fuerza a tener en cuenta en la región.
Esto implicaría lanzar un ataque significativo, directo y sin precedentes contra Israel, combinado con ataques coordinados de su red de apoderados que aún están operativos. Una acción de este tipo tendría como objetivo demostrar que Irán puede «romper las reglas» de forma aún más drástica que Israel, lo que podría implicar:
Una descarga masiva de misiles desde territorio iraní dirigida directamente contra ciudades e instalaciones militares israelíes.
Activación de milicias chiíes en Irak para atacar intereses israelíes o estadounidenses en la región.
Ataques de las fuerzas houthi en Yemen contra barcos israelíes o aliados en el Mar Rojo.
Restos de las fuerzas de Hezbolá, junto con grupos palestinos, iniciando un asalto de múltiples frentes en las fronteras de Israel.
Una mezcla de otras tácticas encubiertas que no hemos visto antes.
Esta estrategia de alto riesgo tendría como objetivo restablecer la dinámica regional mostrando la voluntad de Irán de escalar más allá de las normas esperadas, lo que podría disuadir de futuras acciones contra sus intereses. Sin embargo, también se arriesgaría a una guerra a gran escala y a la condena internacional, poniendo a prueba los límites del apoyo de aliados como Rusia y China.
Los dirigentes iraníes, conocidos desde hace tiempo por su perspicacia estratégica, semejante a la de los maestros del ajedrez, se encuentran ahora en una situación sin precedentes. Se ven obligados a navegar simultáneamente por la intrincada diplomacia del ajedrez, las maniobras económicas del Monopoly y los instintos de supervivencia de una lucha callejera en Oriente Medio, donde las reglas son «Majnun» y se reescriben en tiempo real.
Tolik is an Israeli producer and screenwriter with a diverse career in the Israeli media. He has written for numerous popular Israeli television shows and contributed to various TV networks and newspapers, and has a background in screenwriting, copywriting, and advertising.