El frente civil de Israel contra Hezbolá, 2006 frente a 2024
El sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro intercepta cohetes de Hezbolá disparados desde el Líbano, visto sobre el valle de Hula, 12 de abril de 2024. (Foto: Ayal Margolin/Flash90)
Para quienes vivimos hoy en Israel y aún recordamos vívidamente la Segunda Guerra del Líbano de 2006, la realidad actual es drásticamente distinta.
El miedo y la vulnerabilidad que se apoderaron de nuestras comunidades durante aquellos tensos días de verano de 2006 han sido sustituidos por una prudente confianza en nuestras capacidades defensivas.
El contraste entre 2006 y hoy es enorme. Entonces, las sirenas antiaéreas significaban carreras frenéticas hacia los refugios, inseguros de nuestra seguridad. Ahora, aunque las amenazas persisten, nuestra respuesta ha cambiado radicalmente.
La mejora de las defensas aéreas de Israel no es sólo una mejora militar, sino que ha revolucionado nuestra forma de vivir los conflictos. Esta evolución que ha cambiado las reglas del juego ha reconfigurado nuestra seguridad nacional y la capacidad de recuperación de la sociedad.
En 2006, Israel se encontró en gran medida indefenso ante el aluvión de cohetes lanzados por Hezbolá. El conflicto puso de manifiesto una vulnerabilidad manifiesta en el frente interno de Israel, con la lluvia de unos 4.000 cohetes sobre ciudades y pueblos del norte de Israel. La población civil quedó expuesta y la falta de un sistema eficaz de interceptación causó numerosas víctimas: 44 civiles israelíes murieron y unos 1.400 resultaron heridos. Los ataques también causaron daños materiales generalizados, con miles de viviendas y edificios alcanzados.
Esta situación limitó gravemente las opciones estratégicas de Israel y ejerció una enorme presión sobre sus operaciones militares, que se esforzaron por reprimir eficazmente el lanzamiento de cohetes.
En 2024, el panorama ha cambiado radicalmente. Israel cuenta ahora con un sofisticado sistema de defensa aérea multicapa, cuyo núcleo es la Cúpula de Hierro. Este sistema ha demostrado ser notablemente eficaz, con tasas de interceptación que alcanzan constantemente el 90-95% contra cohetes y misiles entrantes. La Cúpula de Hierro, junto con otros sistemas como David's Sling y Arrow, ha creado un escudo protector sobre los centros de población israelíes, reduciendo drásticamente las víctimas civiles y los daños a las infraestructuras.
Aunque siguen produciéndose ataques con cohetes, su impacto se ha mitigado considerablemente. En marcado contraste con 2006, en los últimos días de conflicto no ha habido, gracias a Dios, víctimas civiles por los cohetes de Hezbolá. Y ello a pesar de que el grupo ha lanzado numerosos proyectiles hacia el norte de Israel. La eficacia de los sistemas de defensa antiaérea de Israel, en particular la Cúpula de Hierro, ha sido crucial para proteger las vidas de los civiles y reducir al mínimo la perturbación de la vida cotidiana en las comunidades del norte de Israel.
Esta revolución defensiva tiene profundas implicaciones para la posición estratégica de Israel. La robusta red de defensa aérea ha disminuido significativamente la amenaza sobre el frente interior israelí, permitiendo a los militares operar con mayor flexibilidad y centrarse en las capacidades ofensivas, algo que quedó claramente demostrado en las exitosas operaciones que hemos visto llevar a cabo a las FDI en los pocos días transcurridos en el Líbano. Esta evolución no sólo ha mejorado la seguridad de Israel, sino que también ha alterado el cálculo estratégico en la región, dotando a Israel de una nueva capacidad de resistencia y libertad operativa para hacer frente a los retos de seguridad.
Tolik is an Israeli producer and screenwriter with a diverse career in the Israeli media. He has written for numerous popular Israeli television shows and contributed to various TV networks and newspapers, and has a background in screenwriting, copywriting, and advertising.