Cómo Israel convirtió 2024 en un año de dominio regional

Al despuntar el año 2024, Israel se encontraba en lo que muchos consideraban su momento más vulnerable desde 1948. La nación seguía conmocionada por el trauma del 7 de octubre del año anterior y se enfrentaba a lo que parecía una serie de amenazas insuperables: Hamás atrincherado en Gaza, Hezbolá acumulando fuerzas en Líbano, apoderados iraníes en Siria y el propio Irán amenazando abiertamente con ataques directos. Analistas militares de todo el mundo se preguntaban si alguna nación, incluso una tan aguerrida como Israel, podría enfrentarse con éxito a tantas amenazas existenciales simultáneamente.

Sin embargo, Israel forjaría una nueva realidad en el crisol de esta crisis. Gracias a la innovación tecnológica, la audacia estratégica y la determinación, la nación pasaría de una posición de vulnerabilidad defensiva a una de dominio regional. El año siguiente sería testigo de una remodelación sin precedentes de la dinámica de poder en Oriente Medio, lograda gracias a una combinación de excelencia militar, superioridad en inteligencia y visión estratégica que pocos creían posible. He aquí sólo algunos de los momentos clave que dieron forma a 2024:

Enero-marzo: La guerra se intensifica

El año comenzó con Israel enfrentándose a una intensa presión en múltiples frentes. Mientras la Fuerza Radwan de Hezbolá se posicionaba a lo largo de la frontera libanesa, el objetivo principal seguía siendo Gaza. Las fuerzas israelíes desmantelaron sistemáticamente la infraestructura de Hamás, descubriendo y destruyendo extensas redes de túneles, instalaciones de fabricación de armas y centros de mando. Cada descubrimiento revelaba el impactante alcance de la preparación de Hamás para la guerra, con algunos túneles lo suficientemente grandes como para albergar vehículos y arsenales de armas que sugerían planes para un largo conflicto.

El dilema de Rafah y la presión internacional

La presión internacional aumentó contra la operación planeada por Israel en Rafah, descrita como el «último bastión» de Hamás. La OMS emitió duras advertencias sobre el último hospital en funcionamiento de la ciudad, prediciendo su inminente colapso bajo plenas operaciones militares. El Consejo de Seguridad de la ONU celebró sesiones de emergencia, en las que varios países amenazaron con imponer sanciones si Israel seguía adelante. La administración estadounidense, aunque mantuvo su apoyo, impuso condiciones cada vez más específicas sobre la ayuda militar y la planificación operativa. Los líderes europeos se desplazaron a Jerusalén, presionando para que se adoptaran estrategias alternativas.

Israel respondió desarrollando sofisticados planes de evacuación y protocolos de precisión en los objetivos, demostrando su compromiso de minimizar las víctimas civiles al tiempo que mantenía la presión militar sobre Hamás. Los planificadores militares trabajaron con organizaciones humanitarias para establecer corredores seguros y zonas de refugio temporal, mientras que avanzados sistemas de inteligencia artificial cartografiaban los movimientos de los civiles para garantizar la máxima protección.

La crisis de los rehenes: El dolor de una nación

La presión para llegar a un acuerdo sobre los rehenes a cualquier precio crecía día a día, creando un complejo desafío estratégico. Los mediadores internacionales viajaban entre Jerusalén y varias capitales, mientras que las familias de los rehenes mantenían una presencia constante fuera de la Knesset, y su dolor y determinación se convertían en una fuerza poderosa en la toma de decisiones nacional.

Cada ronda de negociaciones traía consigo nuevas complejidades:

- La negativa de Hamás a facilitar listas fiables de los cautivos vivos.

- El reto de verificar las condiciones de los rehenes

- El equilibrio entre la presión militar y la seguridad de los rehenes

- La gestión del impacto psicológico sobre las familias y la sociedad.

Sin embargo, gracias a una sofisticada recopilación de información y a una cuidadosa planificación operativa, Israel logró mantener la presión militar y conseguir la liberación de docenas de rehenes a lo largo del año.

Abril y el ataque iraní

El 13 de abril marcó un punto de inflexión histórico. Irán lanzó lo que denominó «Operación Promesa Verdadera», su primer ataque directo contra Israel. Las cifras fueron asombrosas: 170 drones, 30 misiles de crucero y 120 misiles balísticos apuntaron a territorio israelí. Lo que siguió dejó atónitos a los observadores militares de todo el mundo: el sistema de defensa israelí de múltiples capas, apoyado por fuerzas estadounidenses, británicas y francesas, logró una tasa de interceptación cercana al 100%.

La sofisticada operación de defensa implicó

- El sistema Arrow-3 interceptando misiles balísticos en el borde del espacio

- el sistema David's Sling,(honda de David) que intercepta misiles de crucero

- La Cúpula de Hierro se ocupa de las amenazas a menor altitud

- F-35 y F-15 interceptando misiles en el aire.

Con la llegada de la primavera, las Fuerzas de Defensa de Israel lograron avances decisivos en Gaza. Unidades de fuerzas especiales, apoyadas por avanzados sistemas de gestión del campo de batalla basados en inteligencia artificial, penetraron con éxito en las zonas más fortificadas de Hamás. Una serie de operaciones de precisión eliminaron a mandos clave de Hamás, y cada éxito aportó valiosa información sobre la ubicación de los rehenes y la estructura de mando de Hamás.

Junio: Romper la red clandestina

Las fuerzas israelíes lanzaron una campaña sistemática contra la infraestructura subterránea de Hamás y Hezbolá. Utilizando tecnología avanzada de detección sísmica y sistemas de cartografía basados en inteligencia artificial, identificaron

- 142 sistemas de túneles a lo largo de la frontera libanesa

- 317 depósitos de armas

- 89 centros de mando y control

- 23 plantas de fabricación de cohetes.

Julio: El golpe de Teherán

En una demostración de alcance sin precedentes, las fuerzas israelíes eliminaron al jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán. En la operación se utilizó un artefacto explosivo detonado a distancia que se introdujo de contrabando en una casa de huéspedes gestionada por militares, lo que puso al descubierto graves fallos de seguridad en las medidas de protección de Irán. Ese mismo mes se llevó a cabo una compleja operación de liberación de rehenes, en la que se combinaron la presión militar y las negociaciones diplomáticas, que tuvo como resultado la devolución de varios cautivos israelíes.

Agosto: El campo de batalla digital

Israel lanzó una sofisticada campaña cibernética que paralizó las comunicaciones y los sistemas de defensa enemigos. La operación:

- Inutilizó la red de comunicaciones digitales de Hezbolá

- Corrompió los sistemas de apuntamiento de armas

- Instalaciones de radar perturbadas

- Infectó los sistemas de control de drones

- Creó el caos en el mando y control enemigos.

Septiembre: Operación Grim Beeper y la caída de Nasrallah

En lo que se conocería como una de las operaciones más innovadoras de la historia militar, Israel ejecutó un ataque coordinado con precisión contra la infraestructura de comunicaciones restante de Hezbolá. Durante dos días:

- El primer día se detonaron simultáneamente buscapersonas comprometidos en todo el Líbano.

- El segundo día se activaron dispositivos explosivos en walkie-talkies Icom.

- La operación eliminó a 42 comandantes clave y desarticuló toda la estructura de mando de Hezbolá.

Días después, mientras el Primer Ministro Netanyahu se dirigía a la Asamblea General de las Naciones Unidas, las fuerzas israelíes ejecutaron su ataque más ambicioso hasta la fecha. Utilizando 80 toneladas de bombas antibúnker, penetraron en el búnker subterráneo de 60 pies de Hassan Nasrallah, en el barrio Haret Hreik de Beirut, en un ataque de precisión que eliminó no sólo a Nasrallah, sino también a 20 altos mandos. Y así de fácil, uno de los mayores enemigos de Israel fue eliminado.

Octubre: El mes del ajuste de cuentas y la operación «Días de arrepentimiento

Israel lanzó su histórico contraataque contra Irán con más de 100 aviones que participaron en tres oleadas sincronizadas de ataques en 20 lugares, penetrando 2.000 kilómetros en territorio enemigo. La operación tuvo como objetivo y destruyó

- 4 grandes centros de mando de defensa aérea

- 7 instalaciones de producción de UAV

- 5 plantas de fabricación de misiles

- 3 bases de la Guardia Revolucionaria

- Múltiples instalaciones de radar.

El 16 de octubre, lo que comenzó como una patrulla rutinaria se transformó en uno de los momentos más significativos de la guerra. Tropas de la 828ª Brigada Bislamach, que realizaban operaciones habituales en el sur de Gaza, detectaron a tres terroristas que se movían entre edificios en la zona de Tel El Sultan. La rapidez mental de los mandos sobre el terreno, combinada con el rápido despliegue de drones de vigilancia, convirtió este encuentro fortuito en una operación crucial. Mientras las fuerzas israelíes se enfrentaban a los terroristas, uno de ellos escapó a un edificio dañado, nada menos que el propio Yahya Sinwar. La operación posterior se desarrolló con precisión quirúrgica, con tanques y misiles apuntando a su posición.

Al día siguiente, las tropas israelíes encontraron el cadáver de Sinwar vestido con uniforme militar, empuñando un AK-47, con 40.000 NIS en efectivo y varios documentos de identidad. El descubrimiento de sofisticados equipos de comunicación en su poder proporcionó valiosa información para futuras operaciones.

Noviembre: Consolidación de las ganancias

Las fuerzas israelíes volvieron a centrarse en Gaza y lanzaron una serie de operaciones precisas contra los dirigentes de Hamás. A pesar de la creciente presión internacional para que detuvieran las operaciones, las FDI mantuvieron su impulso evitando meticulosamente víctimas civiles. En cada incursión se obtuvieron importantes datos de inteligencia que permitieron descubrir depósitos de armas y centros de mando que confirmaron la eficacia de la estrategia.

Diciembre: Remodelación de la dinámica regional

El mes comenzó con un cambio sísmico en la política regional al derrumbarse repentinamente el régimen sirio de Assad. Las fuerzas de la oposición capturaron rápidamente los principales centros urbanos, obligando a Assad a huir a Rusia. Al disolverse las unidades del ejército sirio y dispersarse las fuerzas proxy iraníes, Israel aprovechó la oportunidad estratégica. En cuestión de horas, las fuerzas de las FDI se desplazaron para asegurar la zona tampón mientras la División 210 se desplegaba para establecer un nuevo perímetro de seguridad.

La Operación Escudo del Norte transformó esta fluida situación en una ventaja estratégica permanente. Durante diez intensos días, las fuerzas israelíes aseguraron 400 kilómetros cuadrados de zona tampón, ocupando alturas críticas y cortando las rutas iraníes de contrabando de armas hacia Líbano. La operación no se limitó a los objetivos militares, sino que Israel estableció rápidamente una sofisticada red de infraestructuras que incluía avanzados sistemas de vigilancia, instalaciones de radar y carreteras tácticas, creando así una nueva profundidad estratégica que habría parecido imposible sólo unos meses antes.

De la vulnerabilidad a la fortaleza

El año demostró cómo las vulnerabilidades aparentes podían convertirse en activos estratégicos:

- Las redes de túneles capturadas se reutilizaron para la recogida de información.

- Los equipos de comunicaciones incautados proporcionaron información crucial sobre las operaciones terroristas.

- Las ganancias territoriales en Siria transformaron posibles plataformas de lanzamiento de ataques en amortiguadores estratégicos.

- La ingeniería inversa de las capacidades cibernéticas del enemigo mejoró las defensas digitales de Israel.

- Los sistemas de armamento capturados revelaron información esencial sobre cadenas de suministro y capacidades.

Dinámica del poder regional

El panorama estratégico ha cambiado radicalmente:

- La capacidad de Irán para proyectar poder a través de apoderados ha disminuido drásticamente.

- El control de Hezbolá sobre el sur del Líbano se ha debilitado considerablemente.

- diezmado el liderazgo militar y político de Hamás

- Neutralización del potencial de amenaza de Siria mediante el control territorial.

- Los aliados regionales han ganado confianza en su alineamiento con Israel.

Logro de profundidad estratégica

Por primera vez en décadas, Israel logró una verdadera profundidad estratégica:

- Establecimiento de zonas tampón en múltiples frentes

- Mejora de la capacidad de alerta temprana gracias a las ganancias territoriales

- Implementación de múltiples capas de defensa en profundidad

- Infraestructuras críticas fuera del alcance del enemigo

- Nuevas alianzas estratégicas con actores regionales

Resistencia económica en medio del conflicto

A pesar de la intensificación de las operaciones militares, la economía israelí demostró una notable resistencia. El índice Tel Aviv 125 superó al S&P 500, con un impresionante rendimiento del 28,5%, frente al 24,3% del índice estadounidense. La inversión extranjera se disparó, con 11.500 millones de dólares en el tercer trimestre, la cifra trimestral más alta desde 2021. El shekel mostró una notable fortaleza, apreciándose más de un 5% frente al dólar estadounidense desde antes de la guerra. Tal vez lo más significativo sea que The Economist situó a Israel en el sexto puesto entre las economías más fuertes del mundo en 2024, citando sus sólidas instituciones financieras, su fuerte consumo privado y el impresionante rendimiento de su mercado bursátil.

El impacto estratégico: Convertir las amenazas en oportunidades

La transformación de la posición estratégica de Israel en 2024 ha sido extraordinaria. Lo que comenzó como un año de amenazas sin precedentes se convirtió en una serie de logros que alteraron fundamentalmente la dinámica regional. La estructura de liderazgo de Hamás, construida durante décadas, estaba en ruinas. Las capacidades de proyección de Irán se habían degradado críticamente. La infraestructura militar de Hezbolá había sido sistemáticamente desmantelada. Incluso la amenaza siria había sido neutralizada mediante una acción rápida y una visión estratégica.

Lo que los enemigos habían destinado al mal se había puesto patas arriba, reforzando en vez de debilitando la posición de Israel. La ventaja tecnológica, combinada con la visión estratégica y la excelencia operativa, transformó las amenazas existenciales en ventajas estratégicas, creando una nueva realidad en el Medio Oriente.

Quizás lo más irónico sea que las mismas capacidades que los enemigos de Israel habían construido para amenazarle contribuyeron ahora a mejorar su seguridad. Las redes de túneles capturadas proporcionaron información crucial. Los equipos de comunicaciones incautados permitieron conocer mejor las operaciones terroristas. Las ganancias territoriales en Siria transformaron posibles plataformas de lanzamiento de ataques en amortiguadores estratégicos. Lo que los enemigos habían destinado al mal se había vuelto en su contra, reforzando la posición de Israel.

Una nube oscura

Aunque Israel ha logrado éxitos militares significativos que han traído momentos de orgullo y alivio, el corazón de la nación sigue pesado, sabiendo que casi 100 de nuestros rehenes están bajo el brutal cautiverio de Hamás. Saber que algunos de los rehenes han muerto a lo largo del último año mientras estaban retenidos ha arrojado una profunda sombra sobre la nación y muchos lo consideran un fracaso personal del gobierno y del primer ministro Netanyahu.

Este dolor se ve agravado por la profunda división que atraviesa nuestra sociedad. Algunos abogan apasionadamente por asegurar un acuerdo inmediato sobre los rehenes sin importar el costo, creyendo que ningún precio es demasiado alto para salvar a nuestros rehenes. Otros advierten que tales concesiones sólo darían más poder a Hamás y provocarían futuras tragedias.

A estas tensiones se suman las continuas disputas sobre las reformas judiciales y las dudas sobre la legitimidad del gobierno actual. Los atentados del 7 de octubre, al haber ocurrido bajo la vigilancia de este gobierno, han intensificado los debates sobre su competencia y su derecho a gobernar. Estos conflictos internos amenazan con fragmentar nuestra sociedad en un momento en que la unidad es crucial.

2025: ¿Un año de paz?

Al entrar en 2025, Israel está mejor preparado que nunca para afrontar cualquier desafío que surja. La ventaja tecnológica, la profundidad estratégica y las capacidades operativas desarrolladas a lo largo de este año crucial han creado una nueva realidad, en la que los enemigos de Israel deben pensárselo muy bien antes de contemplar una agresión. Puede que esto no garantice un año de paz, pero sin duda ha cambiado las reglas del juego en una región en la que sólo sobreviven los fuertes.