Los israelíes divididos sobre el alto el fuego de Hezbolá, sólo el 20% de los votantes de la coalición a favor - encuesta

La opinión pública israelí parece muy dividida sobre su respuesta al alto el fuego anunciado recientemente con la organización terrorista Hezbolá en Líbano, según una nueva encuesta realizada por el Canal 12 de noticias de Israel.

El Gabinete de Seguridad israelí aprobó el alto el fuego mediado por Estados Unidos el martes por la noche, con el voto a favor de 10 ministros. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, fue el único ministro que se opuso al acuerdo, que entró oficialmente en vigor el miércoles por la mañana.

A la pregunta sobre el acuerdo del Líbano, el 37% apoyó el alto el fuego, el 32% se opuso y el 31% se mostró indeciso sobre su impacto en Israel.

Además, los resultados del sondeo revelan profundas divisiones políticas entre los israelíes.

Sólo el 20% de los votantes de la coalición apoyan el alto el fuego en el Líbano, mientras que aproximadamente el 45% de los israelíes que respaldan a la coalición del Primer Ministro Benjamin Netanyahu se oponen a él. El 35% restante se mostró indeciso.

Por el contrario, cerca de la mitad de los votantes de la oposición respaldan el alto el fuego con Hezbolá, con un 22% en contra y un 28% de indecisos.

Los israelíes también están divididos sobre la cuestión de si fue Israel o el grupo terrorista Hezbolá quien salió victorioso tras casi 14 meses de guerra.

A la pregunta de quién ganó el conflicto del Líbano, el 20% de los encuestados israelíes dijeron que creían que el Estado judío era el vencedor, el 19% de los encuestados israelíes dijeron que Hezbolá era el vencedor y el 11% se mostraron indecisos. El otro 50% opinó que el conflicto, que comenzó el 8 de octubre de 2023, terminó sin un claro vencedor.

El alto el fuego en Líbano, mediado por Estados Unidos, prevé un final inicial de dos meses para los combates entre las tropas israelíes y Hezbolá. El acuerdo estipula una retirada militar israelí del sur del Líbano, mientras que las fuerzas de Hezbolá deben reubicarse al norte del río Litani, a unos 29 kilómetros (18 millas) de la frontera entre el Líbano e Israel.

Tras años de múltiples alto el fuego rotos en Oriente Medio, los israelíes siguen divididos sobre si el alto el fuego con Hezbolá perdurará.

Aproximadamente una cuarta parte de los encuestados israelíes (24%) cree que el alto el fuego con Hezbolá durará «años», mientras que el 28% cree que sólo durará «unos meses» y otro 30% piensa que «se derrumbará al poco tiempo». El 18% restante se mostró indeciso.

Entre las cuestiones más acuciantes para Israel está el regreso de unos 60.000 israelíes que se vieron obligados a evacuar sus hogares debido a los constantes ataques de Hezbolá contra las comunidades del norte. Sigue siendo incierto si el alto el fuego tranquilizará a los israelíes del norte lo suficiente como para regresar.

La destrucción en el lado libanés ha sido significativamente mayor. Según las autoridades libanesas, han muerto unas 3.500 personas, aunque el gobierno no distingue entre terroristas de Hezbolá y civiles. El ejército israelí calcula que ha eliminado a más de 2.000 terroristas de Hezbolá durante los dos últimos meses de combates.

El grupo terrorista chií respaldado por Irán recibe tradicionalmente un amplio apoyo entre los chiíes musulmanes de Líbano, sin embargo, un número cada vez mayor ha culpado a Hezbolá de arrastrar al país a una guerra que muchos consideran innecesaria y contraria a la voluntad de la población libanesa en general.

El 8 de octubre de 2023, un día después de que Hamás lanzara su invasión y ataque sorpresa sin precedentes contra Israel, Hezbolá comenzó a intensificar las hostilidades disparando cohetes y misiles antitanque contra posiciones israelíes cerca de la frontera norte. Estos ataques marcaron el inicio de operaciones militares sostenidas durante más de un año, en el que Hezbolá lanzó miles de cohetes y desplegó aviones no tripulados contra Israel durante los meses siguientes. Estas acciones desencadenaron una prolongada respuesta militar de Israel, que provocó una destrucción generalizada, numerosas víctimas y el desplazamiento de más de un millón de civiles libaneses.

El alto el fuego anunciado el miércoles por la mañana exige la retirada de las tropas israelíes de Líbano y el despliegue de las Fuerzas Armadas libanesas para impedir el regreso de Hezbolá a la frontera sur, entre otras medidas encaminadas a promover la estabilidad y la seguridad de ambas naciones.