La comunidad fronteriza del norte de Israel no se sorprende por el descubrimiento de un túnel de Hezbolá, y menciona que lleva años sintiéndose ignorada

Los israelíes que viven en una comunidad rural adyacente a la frontera libanesa no se sorprendieron cuando el ejército israelí anunció el martes que había descubierto y destruido un túnel terrorista de Hezbolá en las cercanías.

De hecho, muchos residentes de Moshav Zar'it se han sentido amenazados por Hezbolá durante años y sentían que sus preocupaciones eran en gran medida desestimadas por las autoridades israelíes.

«No nos sorprende», dijeron Sara y Zion Arbiv, residentes de Zarit desde hace mucho tiempo, quienes tienen cuatro hijos y cuatro nietos. «Llevamos años advirtiendo a las autoridades. Nadie puede decir que no intentamos concienciarnos: nos pusimos en contacto con los funcionarios locales e incluso con el gobierno».

"Siempre nos decían que no entendíamos o que nos estábamos imaginando cosas", se quejó la pareja de Arbiv. Sin embargo, se mostraron satisfechos de que el gobierno israelí se tome por fin en serio su seguridad. «Hemos dejado de ser el escudo humano del país».

Sus sentimientos son compartidos por muchos otros residentes israelíes en la frontera norte de Israel con Líbano.

Gabi Naaman, quien encabeza la comunidad fronteriza del Consejo Local de Shlomi, exigió responsabilidades por los fracasos anteriores en la seguridad de la zona.

«¿Quién tendrá que rendir cuentas por esta negligencia?». les pidió Naaman.

Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel han neutralizado el túnel de Hezbolá próximo a Moshav Zar'it, a muchos residentes les preocupa cuántos más puede haber allí.

Shimon Guetta, quien dirige el Consejo Regional de Ma'ale Yosef, una comunidad israelí cercana a la frontera libanesa, expresó su preocupación por la seguridad.

«Ya advertimos en el pasado sobre ruidos sospechosos y peligros potenciales, pero la frontera seguía expuesta. Aunque el descubrimiento del túnel ha salvado vidas, no borra el hecho de que hace tiempo que no se asegura esta zona», explicó Guetta.

El 7 de octubre del año pasado, el grupo terrorista Hamás, respaldado por Irán, invadió el sur de Israel desde Gaza y masacró a 1.200 israelíes. Los terroristas también secuestraron en la Franja de Gaza a 251 israelíes y extranjeros, algunos ya fallecidos. Al día siguiente, las fuerzas de Hezbolá lanzaron un ataque no provocado contra el Estado judío, disparando cohetes, misiles y aviones no tripulados contra comunidades del norte de Israel.

El ejército israelí comunicó recientemente la existencia de grandes cantidades de armas en el sur del Líbano, que los terroristas de Hezbolá habían planeado utilizar para un gran ataque al estilo del 7 de octubre contra comunidades del norte de Israel. Al igual que Hamás en Gaza, Hezbolá ha incrustado activos militares en estructuras y viviendas civiles, una violación flagrante del derecho internacional.

Al menos 60.000 israelíes han sido desplazados de sus hogares en el norte de Israel como consecuencia de los continuos ataques con cohetes y misiles de Hezbolá contra Israel.

En septiembre, el gobierno israelí declaró públicamente que el regreso de los residentes de las comunidades del norte de Israel era un objetivo crucial de la guerra.

«El Gabinete de Seguridad ha actualizado los objetivos de la guerra para incluir los siguientes: Regresar a los residentes del norte de forma segura a sus hogares. Israel seguirá actuando para cumplir este objetivo», declaró la Oficina del Primer Ministro (PMO) en Jerusalén .

Desde esta declaración, Israel ha aumentado la intensidad de los ataques contra las fuerzas de Hezbolá y ha tenido como objetivo a sus máximos dirigentes.

Algunos expertos militares israelíes estaban especialmente preocupados por la fuerza de élite Radwan de Hezbolá, que opera en el sur de Líbano y se estaba entrenando para una invasión a gran escala de las comunidades del norte de Israel.

En septiembre, las FDI eliminaron a la mayoría de los altos mandos de Radwan en un ataque aéreo en Beirut.

A principios de este mes, las tropas del FDI lanzaron una incursión terrestre en Líbano y ya han eliminado a cientos de terroristas de Hezbolá, incluidos altos mandos.

El objetivo general del gobierno israelí es degradar las capacidades militares de Hezbolá y empujar al grupo terrorista iraní hacia el norte, más allá del estratégico río Litani.