La capital de Israel sufre una nueva oleada de protestas contra el gobierno y enfrentamientos con la policía tras la destitución del fiscal general

Miles de manifestantes acudieron en masa a la capital israelí una vez más el domingo, para protestar contra las recientes decisiones del gobierno de destituir al jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y de iniciar el proceso de destitución de la fiscal general Gali Baharav Miara.

Los enfrentamientos volvieron a estallar en la calle Azza, donde la policía ha levantado dos hileras de barricadas para impedir que los manifestantes se acerquen a la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu.

Según la policía, al menos tres manifestantes fueron detenidos.

El Canal 12 informó de que la policía confiscó el equipo traído por los manifestantes para establecer un campamento permanente, incluyendo tiendas de campaña, colchones y sillas.

El foro «Libres en nuestra tierra» protestó por esta medida y afirmó: «El municipio de Jerusalén está trabajando activamente para reprimir la protesta».

Police, border cops clash with protesters trying to break thru barricades on Azza st pic.twitter.com/3WxIDXPLgl

— charlie summers (@cbsu03) March 23, 2025

Más tarde, el domingo, varios manifestantes intentaron romper las barricadas y correr hacia la residencia de Netanyahu. En los altercados que se produjeron a continuación, se filmó a agentes de policía empujando a los manifestantes, mientras que la policía informó más tarde de que un manifestante había golpeado en la cabeza a un agente.

Los enfrentamientos no causaron heridos graves en ninguno de los bandos.

Miles de personas se manifestaron pacíficamente en la calle, ondeando banderas israelíes mientras coreaban consignas, hacían sonar megáfonos y sostenían fotos de los rehenes.

El movimiento de protesta lleva mucho tiempo acusando al gobierno de abandonar a los rehenes israelíes al torpedear deliberadamente las negociaciones con Hamás con su decisión de reanudar los combates en la Franja de Gaza.

Actualmente, el principal impulso de las protestas se centra en el peligro que representa para la democracia israelí la decisión del gobierno de destituir a dos de los llamados «guardianes» —Bar y Baharav-Miara—, que tienen la tarea de limitar la autoridad del gobierno en áreas específicas.

«Después que el interrogado Netanyahu intentara despedir a su interrogador, hoy el acusado quiere despedir a su fiscal. Es ilegal, es corrupto, no pasará», escribió el líder de la oposición Yair Lapid en 𝕏.

«El impulso de Netanyahu contra las instituciones estatales terminará en desastre», advirtió el lunes por la mañana el líder del partido Unidad Nacional, Benny Gantz.

Según The Times of Israel, el domingo los manifestantes cantaron una canción de Hanukkah con la letra: «Aunque la noche es fría y oscura, en nuestra alma hay una chispa».

Las pancartas que llevaban los manifestantes también incluían el lema «Un sospechoso no despide a un investigador», en referencia a los procedimientos legales contra Netanyahu, así como contra varios de sus ayudantes, que están siendo procesados por Baharav-Miara y el Shin Bet.

Entre los principales oradores de la manifestación se encontraban el exjefe del Shin Bet, Ami Ayalon, y el miembro del Knesset Yoav Segalovich (del partido Yesh Atid), que fue jefe de investigaciones de la Policía de Israel antes de dedicarse a la política.

La exjueza del Tribunal Supremo Ayala Procaccia también se dirigió a la multitud.

Declaró que Israel «ya no es una democracia libre, sino otro régimen, uno que no conocemos. Un régimen en el que no hay estado de derecho ni verdadera libertad, un régimen que carece de protección de los derechos humanos».

En una declaración conjunta, los líderes de la protesta dijeron: «La mayor semana de protestas de los últimos dos años ha demostrado que el público apoya al jefe del Shin Bet, al fiscal general y a los jueces del Tribunal Supremo. Hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos, funcionarios y líderes empresariales israelíes: vengan hoy y durante toda la semana a Jerusalén para apoyar a los guardianes».