Jordania reprime a la Hermandad Musulmana, semillero de islamismo, terrorismo y propaganda antiisraelí.

El 25 de abril, el Reino de Jordania anunció una amplia ilegalización de la Hermandad Musulmana (HM), un grupo islamista muy popular con profundas raíces en toda la región cuyo partido afiliado ganó las elecciones parlamentarias de Jordania el año pasado. 

La prohibición, anunciada en una dramática declaración por el ministro del Interior, Mazen Faraya, se produjo tras el descubrimiento de varios complots terroristas relacionados con miembros del grupo.

A partir de ahora será ilegal ser miembro de la Hermandad, promover su ideología o publicar materiales en su nombre. Faraya ordenó el cierre de todas las oficinas o sedes utilizadas por la Hermandad en todo el país, incluso si se comparten con otras organizaciones. 

La Hermandad Musulmana intentó sacar de contrabando y destruir una gran cantidad de documentos de su sede para ocultar sus actividades y afiliaciones sospechosas, dijo Faraya. Él añadió que los organismos de seguridad también descubrieron una operación para fabricar y probar explosivos, dirigida por el hijo de uno de los líderes del grupo, junto con otros que pretendían atentar contra organismos de seguridad y lugares sensibles del Reino. 

A pesar de que la organización principal de los Hermanos Musulmanes se disolvió en 2020, se permitió que un grupo disidente siguiera operando. 

El Partido del Frente de Acción Islámica, afiliado a la Hermandad Musulmana, incluso se convirtió en el partido más grande de la nación el pasado septiembre, ganando 31 de los 138 puestos en el parlamento y demostrando la enorme popularidad de la ideología del grupo. 

Historia e ideología 

La Hermandad Musulmana es una de las fuerzas más poderosas de reproducción y propagación del islamismo radical en todo el mundo musulmán, y está ilegalizada en la mayoría de los países de la región, e incluso ha sido designada grupo terrorista en algunos de ellos. 

La «Sociedad de los Hermanos Musulmanes», como se denomina oficialmente en árabe, fue fundada por el maestro de escuela Hassan al-Banna en Egipto en 1928, durante un momento de profunda crisis en todo el mundo musulmán. 

En medio de la dominación europea sobre gran parte de las zonas centrales del Islam en el Medio Oriente y la abolición del califato en 1924, los Hermanos Musulmanes ofrecieron un remedio simple y poderoso a los problemas que aquejaban al mundo musulmán: «El Islam es la solución». 

Con este lema y otros similares, al-Banna no tardó en reunir adeptos con una mezcla de prédicas incendiarias y obras de caridad, construyendo un grupo organizado que incluía una primera rama militar secreta que tomó parte en el ataque a Israel durante su Guerra de Independencia en 1948. 

Desde el principio, la MB también difundió propaganda antisemita y antisionista, y elogió a los nazis, antes de que al-Banna renegara del fascismo tras la guerra.

Tras la llegada de Gamal Abdel Nasser al poder en Egipto, Él dirigió un periodo de brutal represión y persecución de la HM. Durante las décadas de 1950 y 1960, muchos hermanos huyeron del país y establecieron filiales en toda la región. 

Durante este momento de represión, algunos miembros de la HM, entre ellos el tristemente célebre Sayyid Qutb, teorizaron una doctrina de yihad ofensiva contra los «infieles» mediante la lucha revolucionaria y el terrorismo, que acabó convirtiéndose en la base ideológica de la mayoría de los grupos terroristas suníes modernos, incluidos el ISIS y Al Qaeda. 

En la actualidad, la mayoría de los países de la región ilegalizan a la Hermandad Musulmana, especialmente después de que sus exitosas actividades en los campos de la educación, la caridad y la religión le permitieran intentar utilizar la Primavera Árabe para competir por el poder político en varios países. 

La HM tuvo más éxito en Egipto, su país de origen. Sin embargo, poco después de que Mohamed Morsi, líder de la Hermandad Musulmana, fuera elegido presidente en unas elecciones democráticas, Abdel Fattah el-Sisi, jefe del ejército, tomó el poder mediante un golpe de Estado, condenando una vez más a la Hermandad Musulmana a la sombra. 

Algunas excepciones notables a la represión regional de la Hermandad Musulmana son Turquía, donde el partido gobernante, el AK, propugna una ideología islamista afín pero menos extrema, y Qatar. 

El emirato del Golfo no sólo tolera a la Hermandad, sino que la ha apoyado activamente proporcionando refugio a destacados líderes y financiando su difusión de propaganda a través del canal estatal de noticias Al Yazira. 

La figura más destacada de la Hermandad Musulmana en el canal era el erudito egipcio Yusuf al-Qaradawi, quien murió en 2022. Él gozó de una enorme popularidad a través de su programa de televisión «La Sharia y la Vida», que llegó a unos 40 a 60 millones de espectadores en todo el mundo durante dos décadas. 

Qaradawi fue una de las voces más conocidas que aprobaron y alabaron los ataques suicidas contra civiles israelíes, argumentando que toda la población -incluidas mujeres y bebés- optaba por servir en el ejército, lo que los convertía en objetivos legítimos. 

Él también visitó la organización terrorista Hamás en Gaza en 2013, siendo saludado como «el jeque de la primavera árabe, el jeque de la revolución y el jeque de la Yihad en Palestina», por el ex líder de Hamás Ismail Haniyeh. 

La Hermandad Musulmana e Israel 

Hamás tomó las fatwas (sentencias legales) de Qaradawi como fuente de suprema autoridad religiosa, reflejo de sus propias raíces en la Hermandad Musulmana.

La toma por Israel de la Franja de Gaza a Egipto en 1967 puso fin al periodo de persecución de la Hermandad Musulmana local y le permitió expandirse. 

En un principio, Israel permitió a los Hermanos construir mezquitas, clubes sociales, escuelas y otras instituciones, por considerarlos un contrapeso a los terroristas laicos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). 

Sin embargo, el líder local del grupo -el jeque Ahmad Yasin, un erudito casi ciego y en silla de ruedas- llevó a la Hermandad Musulmana de Gaza por un camino más violento, adoptando una ideología nacionalista, revolucionaria y terrorista bajo un nuevo apodo: HAMAS, abreviatura de «Movimiento de Resistencia Islámica». 

La Hermandad Musulmana también estableció sucursales en Israel, sobre todo el «Movimiento Islámico en Israel». Su fundador, Abdullah Nimr Darwish, se inclinó por actividades pacíficas y caritativas tras pasar un tiempo en una prisión israelí, lo que provocó una división en la organización. 

La rama norte de los Hermanos Musulmanes siguió una línea radical y fue ilegalizada en 2015 debido a sus vínculos con Hamás y con el movimiento más amplio de los Hermanos Musulmanes. La rama sur, sin embargo, decidió seguir la vía política. A partir de los años 90, su ala política, el Partido Ra'am, se presentó a varias elecciones junto con los demás partidos árabes. 

Esto condujo a una situación insólita: representantes de una organización directamente vinculada a la ideología de la Hermandad Musulmana se sientan ahora en la Knesset israelí. 

En las elecciones israelíes de 2021, el líder del partido, Mansour Abbas, decidió que el partido Ra'am se presentaría por su cuenta. El partido obtuvo cuatro puestos y acabó formando parte del gobierno israelí, siendo el primer partido árabe en hacerlo. 

En la actualidad, el Ra'am busca un camino diferente del de sus «hermanos», prefiriendo el proceso político a la violencia, aunque sigue defendiendo los valores religiosos del Islam. 

El partido árabe Ra'am apoya la solución de los dos Estados, considerada una postura moderada entre los palestinos, ya que reconoce el derecho de Israel a existir. Él incluso ha declarado que acepta la existencia de Israel como Estado judío de hecho, otra declaración sin precedentes. 

Sin embargo, a pesar de otros signos positivos, como las condenas de los ataques terroristas en hebreo, sigue habiendo motivos de preocupación. 

El partido, y su organización matriz, el Movimiento Islámico, siguen demostrando su apoyo a los «presos de seguridad», la mayoría de ellos terroristas convictos, elogiándolos como luchadores por la libertad y proporcionándoles ayuda a través de organizaciones benéficas.

La Hermandad Musulmana ha dado forma a una era de islamismo y terror en el Medio Oriente. Aunque su ilegalización en Jordania la ha privado de uno de sus últimos bastiones, es probable que su influencia siga perdurando en toda la región durante algún tiempo.