La aviación estadounidense bombardea 85 objetivos de las milicias iraníes en Siria e Irak y mata al menos a 39 militantes

En respuesta al asesinato de tres militares estadounidenses hace casi una semana, las fuerzas armadas de Estados Unidos atacaron 85 objetivos en Siria e Irak, anunció este sábado el presidente estadounidense, Joe Biden. 

"Hoy, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadounidenses atacaron objetivos en Irak y Siria que el CGRI y las milicias afiliadas utilizan para atacar a las fuerzas estadounidenses", escribió Biden en 𝕏. 

"No buscamos el conflicto en Oriente Medio ni en ningún otro lugar del mundo. Pero a todos aquellos que buscan hacernos daño: Responderemos". 

Según el Pentágono, fueron atacadas siete localidades, cuatro de ellas en Siria y tres en Irak, todas ellas conocidas por ser utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI) y sus apoderados locales. 

Las Fuerzas de Movilización Popular iraquíes, una fuerza afiliada iraní, confirmaron que los ataques mataron a 16 de sus miembros, mientras que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó de que 23 personas murieron en Siria, elevando la cifra total a 39. 

Los objetivos incluían centros de mando y control, centros de inteligencia, cohetes e instalaciones de almacenamiento de misiles y aviones no tripulados en uso por las milicias locales de la Resistencia Islámica en Irak, una organización respaldada por Irán. 

El portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, dijo que se registraron explosiones secundarias en varios lugares, lo que apunta a que fueron alcanzados almacenes de armas. 

Entre los aviones utilizados en los bombardeos se encontraban bombarderos pesados de largo alcance B1 lanzados desde Estados Unidos, dijo el teniente general Douglas Sims, director del Estado Mayor Conjunto.

Los B1 volaron en un "único vuelo sin escalas" desde el territorio continental de EE.UU., "todo ello potenciado por nuestro Mando de Transporte y nuestra capacidad para tanquear y avanzar por el camino". 

Según el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ésta fue sólo la primera oleada de una respuesta estadounidense más amplia al asesinato de tres militares por una milicia apoyada por Irán en un ataque con drones el pasado domingo. 

"Este es el comienzo de nuestra respuesta. El Presidente ha ordenado la adopción de medidas adicionales para que el IRGC y las milicias afiliadas rindan cuentas por sus ataques contra las fuerzas estadounidenses y la coalición. Estas se desarrollarán en el momento y lugar que elijamos", dijo Austin en un comunicado. 

El régimen iraní, cuyo CGRI es responsable de patrocinar, armar y entrenar a múltiples milicias en todo Oriente Medio, incluida la que mató a los militares estadounidenses, condenó los ataques estadounidenses y acusó a Estados Unidos de intentar desviar la atención de los "crímenes de guerra israelíes en Gaza". 

"Irán considera los ataques una violación de la soberanía y la integridad territorial de Irak y Siria, del derecho internacional y una clara violación de la Carta de las Naciones Unidas", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní. 

Calificó el ataque de "acción aventurera y otro error estratégico del gobierno estadounidense, que no tendrá otro resultado que intensificar la tensión y la inestabilidad en la región". 

Rusia coincidió con Irán, afirmando que los ataques estaban aumentando el caos en Oriente Próximo y convocando una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. 

"(Estados Unidos) lanzó una flagrante agresión aérea contra varios lugares y ciudades de la región oriental de Siria, y cerca de la frontera sirio-iraquí, que provocó el martirio de varios civiles y soldados, heridas a otros, y causó importantes daños a la propiedad pública y privada", afirmó el Ministerio de Defensa Sirio en un comunicado. 

Funcionarios iraquíes también afirmaron que murieron civiles y protestaron por los ataques como una "violación de la soberanía iraquí", que se producen en un momento "en que Irak se esfuerza por garantizar la estabilidad de la región." 

En el momento de la publicación del informe, las autoridades israelíes aún no habían comentado sobre los ataques, que se llevaron a cabo durante el Sabbat judío. 

Los aliados europeos de Estados Unidos apoyaron mayoritariamente los ataques en sus declaraciones. 

"El Reino Unido y Estados Unidos son aliados incondicionales. No haríamos comentarios sobre sus operaciones, pero apoyamos su derecho a responder a los ataques", declaró un portavoz del gobierno británico en un comunicado, añadiendo: "Llevamos mucho tiempo condenando la actividad desestabilizadora de Irán en toda la región." 

Anna Lührmann, secretaria de Estado para Europa del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, calificó de "irresponsables" los ataques contra las bases estadounidenses en la región y afirmó que los ataques estadounidenses pretendían evitar que se repitieran. 

Preguntado por los ataques estadounidenses, el ministro polaco de Asuntos Exteriores, Radek Sikorski, bromeó: "Los apoderados de Irán han jugado con fuego durante meses y años, y ahora les está quemando".