Hezbolá quiere tomar represalias atentando contra israelíes y judíos en todo el mundo, advierte un experto en seguridad

El grupo terrorista Hezbolá, apoderado del régimen iraní, ha prometido vengarse de la reciente eliminación del líder máximo de Hezbolá, Hassan Nasrallah, quien murió en un ataque aéreo israelí masivo contra la sede principal de Hezbolá en el sur de Beirut.

Tal Beeri, experto en seguridad del Centro de Investigación Alma de Israel, especializado en amenazas relacionadas con Hezbolá, advirtió de que Hezbolá podría ordenar a su Unidad 910 que atacara a israelíes y judíos en todo el mundo.

La Unidad 910, conocida como «Unidad Sombra» o «Unidad Negra», está entrenada para llevar a cabo operaciones encubiertas letales en el extranjero.

Al parecer, la unidad de élite de Hezbolá está dirigida por Talal Hamiyeh, también conocido por su apodo, «Abu Jaafar». Él es uno de los pocos miembros que quedan del alto mando del grupo, el Consejo de la Yihad.

En el informe Alma, Beeri hizo hincapié sobre el hecho de que los operativos de la unidad altamente secreta de Hezbolá son cuidadosamente seleccionados para operaciones de gran envergadura.

"La unidad utiliza operativos chiíes de origen libanés y no libanés cuidadosamente seleccionados, quienes reciben entrenamiento de seguridad de alto nivel durante un largo período de tiempo. La mayoría de ellos poseen diversas nacionalidades y documentos extranjeros que les permiten moverse libremente por todo el mundo», escribió Beeri en su informe de seguridad.

La Unidad 910 tiene un amplio alcance mundial y ha operado en Europa, América, Asia y África. Al parecer, sus miembros son capaces de llevar a cabo con rapidez arriesgados atentados terroristas.

«La unidad opera en una amplia gama de áreas con infraestructuras terroristas preparadas de antemano y listas para la acción inmediata», evaluó el experto en seguridad.

La unidad clandestina de Hezbolá mantiene estrechos vínculos con el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (IRGC) y sirve de brazo largo de Hezbolá para misiones terroristas globales.

Tras la eliminación del antiguo jefe de Hezbolá, Abbas al-Musawi, por parte de Israel en 1992, la unidad de Hezbolá desempeñó un papel fundamental en los atentados terroristas contra la embajada israelí en Argentina y el centro comunitario judío AMIA (Asociación Americana de Informática Médica) de Buenos Aires a principios de la década de 1990.

Más de 100 personas fueron muertas en esos dos atentados terroristas, considerados todavía el ataque terrorista más mortífero en suelo argentino y sudamericano. Ambos atentados fueron el resultado de la estrecha cooperación entre Irán y Hezbolá.

En abril, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argentina pidió formalmente a Interpol que emitiera una orden de detención contra el ministro del Interior iraní, Ahmad Vahidi, por su papel central en el ataque terrorista.

«Argentina solicita la captura internacional de los responsables del atentado a la AMIA de 1994, que mató a 85 personas, y quienes permanecen en sus cargos con total impunidad. Uno de ellos es Ahmad Vahidi, buscado por la justicia argentina como uno de los responsables del atentado contra la AMIA», señaló la cancillería .

En 2012, la Unidad 910 de Hezbolá fue responsable de un atentado terrorista contra turistas israelíes en Burgas, Bulgaria. Cinco civiles israelíes y un conductor de autobús búlgaro fueron asesinados en el ataque al autobús, y otros 32 turistas israelíes resultaron heridos.

Aunque los ciudadanos israelíes y las comunidades judías de todo el mundo son los principales objetivos de Hezbolá, Barry hizo hincapié sobre el hecho de que la Unidad 910 también ha desempeñado un papel central en los atentados iraníes contra intereses occidentales.

Él advirtió que «la unidad ha formado parte importante de la guerra en la sombra de Irán contra Occidente». En Estados Unidos, la Unidad 910 de Hezbolá planeó al parecer atentados contra el aeropuerto JFK de Nueva York y otros lugares céntricos.