El príncipe heredero de Bahréin se convierte en el primer dirigente árabe que "condena" de forma personal e inequívoca a Hamás y califica la matanza del 7 de octubre de "bárbara y horrible".
El príncipe heredero exige a Hamás que devuelva a los rehenes israelíes, al tiempo que critica las acciones de las FDI
Han tenido que pasar 43 días.
Pero ayer, por fin, un dirigente árabe tuvo el valor moral y político de denunciar públicamente a la organización terrorista Hamás y exigir la devolución inmediata e incondicional de los 239 rehenes a Israel.
En la 19ª conferencia anual "Diálogo de Manama" -conocida como la principal cumbre de seguridad y defensa del medio Oriente, celebrada en Manama, capital de Bahréin- el príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad Al Jalifa, pronunció un audaz discurso, convirtiéndose en el primer dirigente árabe en hablar así de clara, personal y públicamente.
"Condeno inequívocamente a Hamás", dijo el príncipe heredero -que también ejerce de primer ministro del reino del Golfo- ante una sala llena de responsables de seguridad árabes, estadounidenses y europeos.
"Estoy del lado de los civiles y los inocentes, y no del lado de las posturas políticas", añadió.
"Los atentados del 7 de octubre [perpetrados por Hamás] fueron bárbaros y horribles".
El príncipe heredero insistió en que Hamás libere a todos los rehenes y los devuelva sanos y salvos a Israel, y dijo a sus colegas dirigentes árabes: "Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para resolver esto."
"No creo que ningún dirigente árabe haya pedido a Hamás que lo haga", señaló, según un reportaje de The National, periódico con sede en Emiratos Árabes Unidos. "Así que es el momento de hablar claro".
Dicho esto, Su Alteza Real también criticó duramente a Israel, emitiendo una "condena de las represalias de Israel, que han provocado la muerte de 11.000 gazatíes y han dejado a muchos más viviendo en una situación intolerable, sin acceso a necesidades básicas como electricidad, agua corriente y atención médica".
"Permítanme ser extremadamente claro sobre lo que importa al Reino de Bahréin: no debe haber ningún desplazamiento forzoso de palestinos en Gaza, ni ahora ni nunca", dijo.
"No debe haber ninguna reocupación de Gaza" y "no debe haber ninguna reducción del territorio de Gaza".
"Por otro lado, no debe haber terrorismo dirigido desde Gaza contra la población israelí".
"Esas son las líneas rojas".
"Para garantizar una paz duradera, Su Alteza Real también subrayó que, tras el conflicto, deben celebrarse elecciones para ofrecer al pueblo palestino un liderazgo fuerte y unificado", señalaba un informe en la web oficial del príncipe heredero.
"Este proceso debe estar dirigido por un interlocutor y socio que pueda mediar para poner fin a la violencia y ofrecer la perspectiva de un Estado palestino viable e independiente que también garantice la seguridad y la estabilidad de su vecino, Israel."