El líder de Hezbolá dice que Biden empuja a Israel a un alto el fuego y a una "derrota histórica" en la guerra de Gaza

El secretario general del grupo terrorista libanés Hezbolá, Hassan Nasrallah, celebró los recientes informes sobre un inminente alto el fuego entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, afirmando que supondría una "derrota histórica" para Israel.

En un discurso pronunciado en el acto de conmemoración del general iraní Mohammad Reza Zahedi y sus seis compañeros muertos en un supuesto ataque aéreo israelí en Siria la semana pasada, se burló de la actuación de Israel en la guerra de Gaza y predijo su derrota.

Nasrala afirmó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presionó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que aceptara una tregua. "La reciente conversación telefónica de Biden con Netanyahu confirma la responsabilidad de la administración estadounidense en la guerra israelí contra Gaza". 

"Estados Unidos podría haber detenido la guerra israelí contra Gaza, pero hizo caso omiso del genocidio y se limitó a la matanza israelí de los cooperantes extranjeros", afirmó Nasrala.

Según el general de Hezbolá, Biden también ordenó la destitución de los dos oficiales de las FDI tras el trágico asesinato de siete voluntarios de World Central Kitchen a manos de tropas israelíes.

Además, calificó de "derrota" la reciente retirada de las tropas de las FDI de Khan Younis, afirmando que "sus fuerzas fueron expulsadas humilladas".

"La firmeza y la lucha de la resistencia palestina están detrás de la retirada militar israelí", añadió Nasrala.

Además, se burló del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, calificándolo de "alejado de la realidad" y afirmando que sólo unas horas después que Gallant dijera que Hamás había sido eliminada, "los sionistas sufrieron una derrota en Khan Yunis".

"Seis meses después de la guerra contra Gaza, los objetivos que se fijaron no se han alcanzado, y la situación de Israel ha empeorado desde todos los ángulos posibles", dijo, refiriéndose a los informes de los medios de comunicación que sugerían que el público israelí estaba insatisfecho con los logros alcanzados durante la guerra.

Como parte de la última propuesta de acuerdo sobre los rehenes, Israel aceptaría una tregua de seis semanas, una retirada gradual de las últimas tropas que quedan en la Franja de Gaza y la liberación de unos 900 prisioneros -entre ellos 100 asesinos convictos- a cambio de 40 rehenes israelíes.

Nasralá también se refirió calurosamente al recientemente asesinado Zahedi, que, según los medios de comunicación libaneses, era el único miembro no libanés del Consejo de la Shura de Hezbolá, compuesto por 8 miembros y dirigido por el propio Nasrala.

"El mártir Zahedi sirvió a la Resistencia Islámica como oficial del CGRI en Líbano y Siria durante 14 años", dijo, añadiendo que Zahedi le había pedido que apoyara a Hamás atacando objetivos israelíes el 8 de octubre del año pasado, "para alcanzar el martirio."

Hablando del ataque que mató a Zahedi, Nasrallah señaló: "La novedad de este ataque es que tenía como objetivo el consulado iraní, que se considera territorio iraní".

Subrayó que la medida se consideraba un ataque directo contra Irán, ya que Israel golpeó un complejo diplomático en lo que se considera suelo iraní.

"Esto hizo que el Líder de la Revolución Islámica, Imam Jamenei, decidiera una respuesta militar al ataque israelí".

Nasrala añadió que, tras el error de cálculo de Israel, los "estadounidenses e israelíes reconocen que la respuesta iraní al ataque contra el consulado iraní está próxima."