Líderes latinoamericanos de izquierda retiran embajadores y cortan lazos con Israel por la guerra de Gaza

El gobierno boliviano rompió relaciones diplomáticas con Israel el martes después de decir que el estado judío estaba llevando a cabo "crímenes contra la humanidad."

"Bolivia decidió romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se desarrolla en la Franja de Gaza", dijo el vicecanciller boliviano, Freddy Mamani, durante una conferencia de prensa.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel respondió en un comunicado acusando a Bolivia de "alinearse con la organización terrorista Hamás" y rendirse al régimen de los ayatolás de Irán.

"La decisión del gobierno de Bolivia de cortar los lazos diplomáticos con Israel es una rendición al terrorismo y al régimen de los ayatolás de Irán".

"Al dar este paso, el gobierno boliviano se alinea con la organización terrorista Hamás, que masacró a más de 1.400 israelíes y secuestró a 240 personas, entre ellas niños, mujeres, bebés y ancianos.

"Israel condena el apoyo de Bolivia al terrorismo y su sumisión al régimen iraní, que dan fe de los valores que representa el gobierno de Bolivia.

"De todos modos, desde el cambio de gobierno en Bolivia, las relaciones entre los países han estado vacías de contenido".

Bolivia no condenó la violencia de Hamás el 7 de octubre, declarando únicamente que tenía "profunda preocupación por los hechos de violencia ocurridos en la Franja de Gaza entre Israel y Palestina".

Otros dos países sudamericanos, Chile y Colombia, ambos con presidentes de izquierda recientemente elegidos, retiraron a sus embajadores de Israel, acusándolo de "violar el derecho internacional."

Gabriele Boric Font, presidente de Chile, anunció que retiraba al embajador chileno de Israel.

"Dadas las inaceptables violaciones al Derecho Internacional Humanitario al que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza, como Gobierno de Chile hemos resuelto llamar al embajador de Chile en Israel, Jorge Carvajal, a consultas en Santiago".

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, publicó una imagen en la que se veían decenas de bolsas con cadáveres en Gaza con la siguiente declaración:  "Se llama Genocidio, lo hacen para sacar al pueblo palestino de Gaza y apoderarse de ella".

En otro post, Petro también comparó a los israelíes con los nazis.

"Ahora los neonazis quieren la destrucción del pueblo palestino, su libertad y su cultura".

Petro también se negó a condenar el brutal ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre.

Tanto Font como Petro fueron elegidos recientemente para sus cargos y representan posiciones políticas de izquierda.

Petro es un antiguo miembro del grupo guerrillero M19 y el primer presidente de extrema izquierda de Colombia.

Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, publicó un comunicado en X, antes Twitter, en español:

"Israel condena las declaraciones del presidente que reflejan el apoyo a las atrocidades cometidas por los terroristas de Hamás ,reavivan el antisemitismo, afectan a los representantes del Estado de Israel y amenazan la paz de la comunidad judía en Colombia".

"En respuesta, como primera medida, Israel decidió detener las exportaciones de seguridad a Colombia".

Colombia ha mantenido amplios vínculos militares con Israel desde 1980, cuando compró un grupo de aviones de combate Kfir para utilizarlos contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Analistas de seguridad en Bogotá dijeron que la prohibición de las exportaciones podría tener un efecto debilitante en la capacidad de Colombia para combatir a los narcotraficantes y a los rebeldes.

Jorge Restrepo, director de CERAC, un grupo de expertos en seguridad de Bogotá, dijo que una prohibición sostenida "será debilitante y extremadamente costosa", obligando al gobierno colombiano a encontrar otros proveedores y a reentrenar a sus militares en nuevos equipos.