Intensa jornada de combates en el norte de Israel, múltiples intentos de infiltración de drones por parte de Hezbolá

Durante otro ajetreado día de combates entre Israel y la organización terrorista libanesa Hezbolá, las FDI tomaron represalias con ataques en todo el sur de Líbano tras múltiples infiltraciones de drones y otros ataques contra Israel.

Hasta primera hora de la tarde, Hezbolá se había atribuido la responsabilidad de al menos 12 de los ataques, que según la organización terrorista se llevaron a cabo como venganza según el principio de "ojo por ojo".

Tres de los atentados se produjeron explícitamente en respuesta a supuestos ataques israelíes contra periodistas y civiles erpetrados anteriormente en Líbano.

Los medios de comunicación libaneses, algunos afiliados a Hezbolá, informaron de la muerte de ocho civiles en ataques israelíes, entre ellos dos periodistas y una anciana.

Al parecer, los periodistas trabajaban para Al Mayadeen, un canal de noticias que se cree que mantiene estrechos vínculos con Hezbolá y cuyas operaciones los políticos israelíes planean prohibir en breve.

Más tarde, Hezbolá afirmó haber atacado una fábrica de la companía israelí de defensa Rafael, en represalia por un ataque israelí contra una fábrica de aluminio en Nabatieh hace unos días.

Hacia el mediodía, los medios de comunicación libaneses informaron de que un vehículo había sido el blanco de un ataque aéreo israelí en la zona de Sidón.

El objetivo era el pasajero Khalil Kharaz, que era el jefe adjunto del ala militar de Hamás en Líbano. Al parecer fue eliminado junto con otras dos personas.

Hizbolá llevó a cabo múltiples intentos de infiltración con drones armados a lo largo de la frontera con Israel y lanzó varios cohetes, granadas de mortero y misiles antitanque contra ciudades del norte, como Metula, Kiryat Shmona, Shlomi y Nahariya. Las FDI no informaron de daños ni heridos como consecuencia de esos ataques.

Las fuerzas israelíes también atacaron con aviones y artillería varios objetivos terroristas en Líbano, como escuadrones antitanque, infraestructuras militares y puestos de mando.

El segundo líder de Hezbolá, Naim Kassem, anunció que mientras continuara la "agresión israelí" en Gaza, sus fuerzas no descartarían la posibilidad de un mayor deterioro.

"No recibirán ni garantías ni un documento de nuestra parte, lo que se necesita es el cese de la agresión, y cuando eso ocurra, hablaremos", dijo Kassem el martes.

La organización terrorista también anunció el martes que 78 de sus combatientes habían muerto en los altercados con Israel hasta el momento. Según las estimaciones de los medios de comunicación israelíes, la cifra real podría acercarse ya al centenar.