En el Día Mundial del Niño, el embajador de Israel ante la ONU dice que la ONU se preocupa por el bienestar de todos los niños, a menos que sean israelíes

Las Naciones Unidas celebraron el lunes el Día Mundial de la Infancia con muy poca atención, si es que se prestó alguna, a los 38 bebés, niños pequeños y jóvenes israelíes menores de 18 años que fueron secuestrados por terroristas de Hamás el 7 de octubre. Llevan 45 días cautivos en la Franja de Gaza. 

Algunos niños fueron secuestrados de sus casas con sus padres. Otros vieron cómo al menos uno de sus padres o hermanos era asesinado ante sus ojos. Al parecer, un bebé nació en cautividad de una trabajadora tailandesa de 35 años llamada Nutthawaree Munkan.  

El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí y las cuentas oficiales de las FDI en X, publicaron fotos de los niños secuestrados.

As the world celebrates #WorldChildrensDay , 40 children are being held hostage by terrorists in Gaza.

Children who had to watch their families murdered before their eyes.

Children who had their innocence ripped away from them.

Children who are still held hostage by savage… pic.twitter.com/H2ARmGy4Th

— Israel Defense Forces (@IDF) November 20, 2023

Sin embargo, en la ocasión en que se conmemora la Declaración de los Derechos del Niño por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, no mencionó a los niños secuestrados en su declaración anual.

UNICEF también ha hecho caso omiso de los niños israelíes secuestrados en Internet, a pesar de que publicó un vídeo de niños palestinos de Gaza compartiendo sus deseos en medio de la actual escalada de las hostilidades.

We asked children in #Gaza about their wishes amidst the ongoing escalation of hostilities.

On #WorldChildrensDay, all children deserve a chance to grow without fear.
#ForEveryChild, peace pic.twitter.com/fCIpIUDzMY

— UNICEF Palestine (@UNICEFpalestine) November 20, 2023

Frente a las oficinas de UNICEF en Nueva York, cientos de simpatizantes de Israel y algunas familias cuyos seres queridos fueron secuestrados por Hamás se manifestaron para concienciar sobre la causa de los niños rehenes. 

El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, dijo el lunes que en este día, la ONU reconoce "el bienestar de todos los niños, a menos que sean israelíes". 

"Para la ONU, nuestros rehenes se han convertido en una nota a pie de página. Hoy, de todos los días, el dolor duele mucho más", continuó. "¿Cómo es posible que esta organización y sus órganos no se hayan unido ni una sola vez para condenar las brutales atrocidades de Hamás?".  

Erdan organizó el lunes la mayor proyección hasta la fecha de la película sobre las atrocidades de Hamás, a la que asistieron más de 300 embajadores, diplomáticos, altos funcionarios de la ONU y dirigentes judíos. En su discurso a la multitud, el embajador señaló que las escuelas de la UNRWA que educan a los niños palestinos con financiación de la ONU, sirven como plataformas que glorifican el terror y la violencia. 

Mientras tanto, otra gran protesta tuvo lugar frente a la sucursal de UNICEF en Tel Aviv. En su edificio se proyectaron imágenes de los niños secuestrados, entre ellas la de Kfir, de 10 meses, que fue secuestrado junto con su madre y su hermano Ariel, de 4 años, y trasladado a Gaza desde el kibutz Nir Oz. 

Hadas Calderón, madre de dos niños secuestrados, Erez y Sahar, pronunció unas palabras en la concentración y expresó su indignación ante las Naciones Unidas.

"UNICEF, ¡despierta!", clamó, mientras hacía sonar una campana. 

"Si hoy se habla de los derechos de los niños, ¿dónde están los derechos de mis hijos?", ella pregunto según varios medios israelíes. "¿Cómo es posible que, ante este horror, el mundo guarde silencio? Organizaciones como UNICEF guardan silencio. ¿Han olvidado su papel?". 

Vered Windman, directora general del Consejo Nacional para la Infancia de Israel, instó: "La devolución de los niños secuestrados no debe ser sólo un asunto de sus familias, ni sólo de los ciudadanos de Israel: debe ser un asunto internacional". 

La protesta se vio interrumpida por un bombardeo de cohetes disparados hacia el centro de Israel, lo que provocó que una población de unos 2 millones de habitantes corriera a refugiarse.