El ayatolá Khamenei de Irán celebra una reunión de emergencia tras el ataque del FDI que elimina al líder de Hezbolá, Nasralá

El líder supremo de Irán, ayatolá Ali Khamenei, ordenó al Consejo Supremo de Seguridad Nacional que celebrara una reunión de emergencia tras el ataque de Israel contra el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah en el cuartel general del grupo terrorista en Beirut.

El recién elegido presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, calificó el ataque israelí de «flagrante crimen de guerra» que «ha revelado una vez más la naturaleza del terrorismo de Estado de este régimen».

Ali Larijani, uno de los principales asesores de Khamenei, afirmó que Israel estaba «cruzando las líneas rojas de Teherán» y que la situación se estaba volviendo grave.

«Los asesinatos no resolverán el problema de Israel... Con el asesinato de los líderes de la resistencia, otros tomarán su puesto», añadió, refiriéndose a los jefes de los apoderados terroristas respaldados por Irán, como Hezbolá en Líbano, Hamás en Gaza y los Houthis en Yemen.

Khamenei acusó falsamente a Israel de atacar a civiles en Líbano.

«El asesinato de personas indefensas en el Líbano reveló una vez más la ferocidad del perro rabioso sionista a todo el mundo y demostró la miopía y la política estúpida de los líderes del régimen usurpador», declaró el líder iraní .

«Los criminales sionistas deben saber que son demasiado pequeños para causar un daño significativo a la fuerte construcción de Hezbolá en el Líbano», añadió Él.

Israel ha eliminado recientemente a la mayoría de los altos dirigentes de Hezbolá, ha matado a un gran número de terroristas de Hezbolá y ha destruido gran parte de sus activos militares.

Khamenei prometió que los agentes terroristas de la región respaldados por Irán seguirían apoyando a Hezbolá y atacando a Israel.

«Todas las fuerzas de resistencia de la región están con Hezbolá y lo apoyan... Es obligatorio para todos los musulmanes estar orgullosamente con el pueblo de Líbano y Hezbolá con sus recursos y ayudarlo a enfrentarse al régimen usurpador, opresor y malvado.»

Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron el sábado que habían eliminado a Nasralá, quien dirigió el grupo terrorista durante más de tres décadas. Unas horas más tarde, Hezbolá también confirmó su muerte. En el ataque israelí también fueron muertos otros altos terroristas de Hezbolá y el general de alto rango del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) Abbas Nilforushan .

Al parecer, tras el bombardeo israelí del cuartel general de Hezbolá, el líder supremo iraní fue trasladado a un lugar seguro.

El gobierno de Biden subrayó que no estaba implicado en el ataque contra Nasralá, que arrasó seis edificios de apartamentos en Beirut. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní acusó a Estados Unidos de cooperar con Israel.

La embajada iraní en el Reino Unido condenó la eliminación israelí de Nasralá, calificándola de «peligrosa escalada.»

«Este crimen censurable... representa una peligrosa escalada que cambia las reglas del juego», escribió la embajada de Teherán en Londres el 𝕏, prometiendo tomar represalias contra Israel con un “castigo apropiado”.

Mientras tanto, el grupo terrorista Hamás en Gaza condenó el ataque contra la sede de Hezbolá como «la brutal y continua agresión y escalada sionista contra el hermano pueblo libanés mediante salvajes ataques aéreos», alegando que Israel tiene como objetivo «edificios residenciales».

Al igual que Hamás, Hezbolá se ha incrustado deliberadamente, incluido el cuartel general del grupo terrorista, en un entorno civil, lo que constituye un crimen de guerra según el derecho internacional.

Rusia y Turquía también condenaron el ataque aéreo israelí que mató a Nasralá y a otros altos dirigentes terroristas.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, acusó a Israel de «genocidio», mientras que Rusia declaró que «condena enérgicamente el último asesinato político perpetrado por Israel» y «una vez más urge insistentemente a Israel a cesar inmediatamente la acción militar.»